• Pregunta: ¿Se podría hacer que una persona ya fallecida, vuelva a vivir ?

    Preguntado por PAULA a Pat, Lucía, Daniel el 22 Abr 2018.
    • Foto: Patricia Sánchez Pérez

      Patricia Sánchez Pérez contestada el 22 Abr 2018:


      Buena pregunta. A día de hoy no, de hecho eso es uno de los principales problemas que existen hoy en día con la gente que ha fallecido y decide criogenizarse (esto es, se congelan para «conservarse» por si en un futuro alguien les puede despertar, o sea, volverles a la vida).

      En mi opinión, una vez muerto, ya no hay vuelta atrás. Cuando digo muerto o fallecido, no me refiero a muerte clínica (por fallo del corazón, pero el cerebro sigue activo durante un tiempo, que en este caso sí que se podría volver), me refiero a fallo sístemico de todo el organismo, corazón y cerebro. Una vez que estos órganos fallan, es porque las células que las componen han muerto, han dejado de expresar sus genes, han dejado de mandar señales, se han apagado… De ahí que sea casi y aboslutamente imposible volver a la vida a una pesona fallecida, desde un punto de vista fisiológico y biológico.
      Pero bueno, la vida, al igual que su origen es un misterio y nunca se sabe, de ahí que para mí, estudiar Biología sea lo más apasionante, ¿por qué, qué es vida?

    • Foto: Daniel Orts Gonzálvez

      Daniel Orts Gonzálvez contestada el 23 Abr 2018:


      Me temo que no.
      Podemos «reanimar» a una persona a la que se le ha parado el corazón, por ejemplo. El corazón lleva la sangre a todos los órganos de cuerpo, pero éstos órganos pueden vivir unos escasos minutos sin sangre, así que si nos damos prisa y volvemos a reactivar el corazón, la persona podría seguir viviendo.

      Pero cuando se detiene el corazón y al cerebro deja de llegarle sangre (y con ella oxígeno), el cerebro se para y ya nunca puede volver a recuperarse. La muerte cerebral es el fin de un ser humano. Se puede «reconectar» su cuerpo a un corazón artificial para mantener los órganos vivos y poder trasplantarlos, de forma que salve vidas de otras personas que lo necesiten, pero la persona fallecida funciona como una especie de «congelador» que mantiene esos órganos en buen estado. Ya no podrá levantarse más.

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