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Preguntado por Vio a Daniel, Pat, María, Lucía, Javier, Chisco el 16 Abr 2018. Esta pregunta también fue realizada por 362scca43.
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Daniel Orts Gonzálvez contestada el 16 Abr 2018:
La primera vez que entré a una planta de Psiquiatría, como estudiante, teníamos a un paciente que tenía mi edad. Era informático, y había estado un año o así en Inglaterra por trabajo. Pero ahora estaba ingresado porque, al volver unos días a España, su familia lo encontró muy raro. Realmente raro. Fue muy violento con ellos y tuvieron que llamar a la policía, que finalmente acabó trayendo al hospital.
El paciente estaba convencido de que los ingleses estaban conspirando contra él; el imperio británico entero. Que lo perseguían por la calle, que todos éramos ingleses disfrazados. Se negaba a comer o hablar con nosotros. Estaba postrado en la cama todo el tiempo, y sólo hablaba de forma breve sobre los ingleses, que le querían hacer daño, que eran los dueños del mundo e iban a por él…
Nos costó muchísimo que consiguiera confiar en nosotros y que abandonara su huelga de hambre. Recuerdo lo mucho que me sorprendió ver a una persona de mi edad con una enfermedad mental tan grave, como si pudiera haber sido yo…
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Patricia Sánchez Pérez contestada el 23 Abr 2018:
Para mí lo más difícil que he tenido que hacer en mi trabajo es trabajar con animales vivos pequeños, pero ni por asomo se parece a la historia que cuenta Daniel, que buff se me ponen los pelos de punta y es súper impactante.
Algo interesante puede ser que, una vez, una cría de ratón se me escapó por la sala donde viven y no podía volver a pillarla jaja…Aún sigo pensando como se escapó y saltó de la jaula. Pero el caso es que se escapó y me tire al suelo corriendo a cogerla, pero era súper difícil y pensé que la había liado «parda», pero no! Al final consigue seguirla por la sala hasta donde se había escondido y con paciencia esperé y consigue cogerla y devolverla con sus hermanas. Le eché un poco la bronca por escaparse, como el que regaña a un perro, pero obviamente no creo que me entendiera y si me entendió lo mismo se «rió de mí» por tirarme por los suelos y gatear hasta cogerla…
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María Bernechea contestada el 24 Abr 2018:
Pues igual suena a tontería, pero creo que lo más difícil que he tenido que hacer es convencerme de que podía hacer este trabajo, de que valía para esto, a pesar de estar rodeada de personas que me parecen mucho más inteligentes que yo. Convencerme de que podía ser investigadora, o profesora, o científica (o al menos no pensar mucho en ello), es de las cosas que más me han costado.
Luego ya están las pequeñas cosas: la primera vez ue das una charla en público, la prmera vez que la das en inglés, la primera vez que das clase, la primera vez que das clases en inglés,y así con todo.
Luego anéctodas, hay miles: la vez que dando clases en Cardiff un alumno se tiró un pedo y nadie sabía qué hacer hasta que les dije que yo no había sido, nos reímos, y seguimos (grabábamos las clases, así que tengo esto para la posteridad). El primer año que estuve en un laboratorio de investigación, solo quedábamos en el laboratorio otro compañero también en prácticas y yo, alguien dejó sin limpiar el material de vidrio que había estado usando, con tan mala suerte que una gota de una sustancia muy reactiva cayó sobe un papel que empezó a arder, al lado de un vaso lleno de acetona, que también empezó a arder… A pesar de nuestra inexperiencia mantuvimos la calma, apagamos el fuego antes de que fuera a mayores y «aquí no ha pasado nada»… -
Fco Javier Perez de la Cruz contestada el 25 Abr 2018:
Como cada uno tenemos nuestro campo de trabajo, voy a contar lo más difícil que yo he hecho. En mi caso, como estudiamos estructuras antiguas de agua pues de vez en cuando nos tenemos que meter en galerías subterráneas y hacer de espeleólogos. Como no es lo nuestro, pedimos ayuda a profesionales y ellos nos asesoran y acompañan.
En mi caso, cuando estuvimos en Toledo visitando una galería romana yo lo pasé un poco mal porque había zonas por las que había que arrastrarse y pasar tumbados porque la galería apenas medía 80 cm de altura. Con la ayuda de los espeleólogos recorrimos toda la galería y la verdad es que fue una pasada, pero me costó lo suyo (arañazos, golpes, encuentros con serpientes y otros bichitos…). Todo por la ciencia!! 😅
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